Remco Evenepoel ha ganado la etapa 18ª de la Vuelta a España, que ha terminado en la inédita subida al Alto de la Cruz de Linares en Asturias.

Esta vez ha llegado la fuga, que se ha formado tras algún intento previo cerca del kilómetro 20 con 14 corredores: Remco Evenepoel (Soudal Quick-Step), Egan Bernal (Ineos Grenadiers), Damiano Caruso (Bahrain Victorious), Julien Bernard (Lidl-Trek), Lewis Askey, Lorenzo Germani (Groupama-FDJ), Nico Denz (Bora-hansgrohe), Jarrad Drizners, Andreas Kron (Lotto Dstny), Andrea Piccolo (EF Education-EasyPost), Imanol Erviti (Movistar), Max Poole (DSM-Firmenich), Hugo Hofstetter (Arkéa Samsic) y Paul Ourselin (Total Energies) se han unido en cabeza de carrera.

A la primera de las dos subidas que se han hecho al puerto final han llegado solo tres (Evenepoel, Caruso y Max Poole) con poco más de 11 minutos de ventaja sobre un pelotón en el que los Jumbo-Visma "solo" controlaban. Movistar, primero, y Bahrain, después, son los que han lanzado al grupo principal. Tiberi ha ido reduciendo el grupo de los favoritos en esa subida dejando a los tres estiletes del Jumbo-Visma "casi solos", sin compañeros, con mucha subida por delante, pero los gregarios han vuelto a aparecer y la historia se ha vuelto a repetir.

Evenepoel ha coronado en solitario, con más de minuto y medio sobre Poole y Caruso. Era su cuarta fuga loca de la presente edición y buscaba su tercer triunfo parcial en la carrera de este año en el que luce el número 1 como ganador del año pasado, en el que ganó otras dos etapas.

Lo ha conseguido y ha entrado en meta casi silbando y señalándose esa cabezota tan dura que tiene que tras el fracaso sufrido en el Aubisque y en el Tourmalet le llevó a decir que no iba a abandonar La Vuelta.

Entre los favoritos el sprint final ha dejado la sorpresa de que Vingegaard ha cedido unos segundos con Kuss, que aguanta el liderato y tiene la victoria final al alcance de la mano.

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